13 de Agosto de 2011 | El Eco de Tandil
A partir del sábado 20 de agosto en la Sala Abierta de Lectura, la escritora Patricia Ratto coordinará un taller centrado en la narrativa de Jorge Luis Borges y Bioy Casares.
Patricia Ratto dará un taller de lectura

El taller consta de cinco encuentros que se realizarán en la Sala Abierta de Lectura dos sábados al mes. La escritora dialogó con El Eco de Tandil sobre su propuesta.
-¿En qué consiste el taller de lectura?
-Este taller se compone de cinco encuentros: uno en agosto, dos en septiembre y dos en octubre, que abordarán la obra narrativa de Jorge Luis Borges y algunos textos de Adolfo Bioy Casares.
-¿Por qué decidiste centrar estos encuentros en la narrativa de Jorge Luis Borges y Bioy Casares?
-Lo de leer a Borges fue un pedido de algunas personas que ya han asistido a otros talleres de lectura que he dado anteriormente. Lo que ocurrió, después de ese pedido particular de unos pocos, fue que el interés se fue propagando, y se fueron acercando nuevos interesados. Uno piensa que porque Borges es muy conocido es también muy leído. Y luego descubre que no es así. Que hay gente que no lo ha leído, hay otros que han intentado y han abandonado, otros que sí lo leyeron pero quieren profundizar e intercambiar ideas con otros lectores -que es una de las posibilidades que brinda el taller. En todos los que consultaron, de ocupaciones y profesiones variadísimas, el punto en común es que parecen tener alguna deuda relacionada con la lectura de Borges.
Lo de Bioy Casares surgió porque propuse la lectura de algunos textos que Borges escribió con él, en colaboración, y entonces me pareció que estaría muy bien, en el último encuentro, asomarnos a La invención de Morel, una excelente obra de Bioy, admirada y prologada por el mismísimo Borges.

Fundamentos
-¿Cuáles son los propósitos de este taller?
-Por un lado, el de abordar la lectura de un autor central de la literatura argentina como Jorge Luis Borges, que por su dificultad necesita -para quienes quieran iniciarse en su lectura y para aquellos que quieran profundizar en ella- de un trabajo asistido y compartido con otros lectores, en este caso en el ámbito de un taller. Y, por otro, me pareció interesante leer a Adolfo Bioy Casares,  pues ha sido un escritor contemporáneo y amigo de Borges, con quien escribió en colaboración bajo el seudónimo de Bustos Domecq, y cuya novela corta La invención de Morel es uno de los mejores y más inquietantes textos de nuestra literatura.
-¿De qué modo se enriquece la lectura individual a través de tu asistencia y coordinación?
-En principio, creo que la lectura individual se enriquece con el intercambio entre los lectores que asisten al taller, ya que se ponen en común dudas, interpretaciones, interrogantes que han quedado sin resolver, cuestiones que no se comprendieron. Mi participación está fundamentalmente centrada en ayudar a desentrañar aquellas zonas oscuras de los textos que con la lectura individual y el intercambio entre lectores no se terminan de iluminar, dar algunas pistas para entrar en el mundo del autor, trazar una especie de mapa que les permita a los asistentes transitar luego otras lecturas del mismo autor con mayor autonomía. 

“Manos a la obra”
-¿Cuál es la dinámica de trabajo?
-No siempre es la misma, voy variando porque no me gusta aburrirme, y mucho menos aburrir. A veces voy de lo general a lo particular: comienzo con una breve introducción para presentar al autor, y luego vamos a algunas características generales de su escritura que finalmente observamos en las obras. Otras veces comienzo por el comentario de una obra en particular, luego de otra, para luego ver los puntos en común y las diferencias entre esos textos; es decir voy de lo particular a lo general. Eso sí, cualquiera de las formas que adopte cada encuentro, trato de generar la participación de los lectores, de trabajar a partir de sus dudas, sus comentarios, sus necesidades. El intercambio es enriquecedor para todos los que participamos, y en eso me incluyo.
-¿Cómo se integran los cuentos y novelas del programa con las lecturas complementarias que se han propuesto?
-El taller ofrece la oportunidad de leer otros textos: entrevistas al autor, ensayos que el mismo autor escribió acerca de su propia obra, conferencias, textos de los críticos que estudiaron su obra. Eso posibilita ampliar y completar la información sobre el autor y su obra, y otras veces profundizar en algún aspecto interesante.
-¿Qué se les requiere a los interesados para asistir al taller?
-El taller no pone requisitos, cada lector lee lo que puede y lo que quiere. Lo que se sugiere es que se traigan leídas las obras que se van a abordar: por ejemplo, para el primer encuentro de este taller sobre Borges, los seis cuentos que figuran en el programa y sobre los que vamos a trabajar, pues esa lectura permite participar en la clase y aprovecharla al máximo. El material de lecturas complementarias es optativo, lo lee el que esté interesado en ampliar. Y, cuando alguien no puede asistir a algún encuentro, se le envía por mail la clase grabada, para que -de alguna manera- no se la pierda.
-¿Cuál ha sido tu experiencia personal en el taller de lectura?
-Los talleres que he dado hasta ahora han sido muy enriquecedores. Para mí, que soy escritora y por sobre todo una apasionada lectora, ver que un entusiasta grupo de lectores está dispuesto a reunirse para conversar y aprender sobre un autor, algunos sábados a la mañana, es toda una alegría. Profesionalmente me moviliza, me hace seguir aprendiendo; en lo personal es, a su vez, un espacio que me gratifica enormemente.
Informes e inscripción: personalmente, en la Sala Abierta de Lectura (Chacabuco 779); por teléfono, al 44-7044; por mail, a prratto@hotmail.com.