El marco del Museo de Bellas Artes suele ser, en los últimos años, el preferido de muchos artistas de diferentes disciplinas que encuentran en las salas museísticas el ámbito propicio para conjugar y amalgamar la intención de cada uno de sus lenguajes: presentaciones de libros, congresos, disertaciones, experiencias de danza contemporánea, teatrales y laboratorios para artistas entre otras propuestas que se dan cita asiduamente.
En esta ocasión la presentación se concretó como resultado del intercambio entre las distintas disciplinas artísticas, sorprendiendo con desenlaces increíbles. Eso fue lo que sucedió el pasado martes, cuando los integrantes del taller de escritura expusieron apasionadamente la lectura de los trabajos que han venido realizando durante todo el año.
El espacio
Dicho taller surgió hace diez años como iniciativa de la escritora Patricia Ratto. En un primer momento funcionó en la Sala Abierta de Lectura, y hace unos años se está desarrollando en la casa de la escritora.
Muchos de los integrantes que expusieron en el Museo vienen trabajando con Patricia desde los inicios de esta propuesta. Generalmente se inscriben por año un número importante de personas pero sólo logran finalizar un grupo reducido, aproximadamente de quince personas. Patricia sostuvo: “…el taller tiene un nivel de trabajo y exigencia importante, por eso después son los logros que se ven en una muestra de fin de año, o las personas que ganan un concurso, hay mucho trabajo de lectura y escritura”.
Varios de los escritores del taller participaron y ganaron premios en concursos nacionales e internacionales. Algunos de ellos presentaron sus escritos en el Mumbat, como Alicia Machado, que ganó el primer premio en un concurso de España de microrrelato, donde participaron 1900 personas de diferentes países. Su trabajo fue publicado en una revista llamada Cuentos para el Andén, de relatos muy breves.
Matilde Balduzzi, también integrante del taller, ganó el premio “Marechal de plata" en el Concurso Literario de Tres de Febrero, con su cuento "Sabor a durazno".
Sin embargo, Ratto aclaró: “El objetivo del taller no es participar en concursos, ni la calidad de los textos que escribe la gente se define por ganar o no un concurso, pero cuando yo veo que hay textos que han tenido un buen trabajo, que están logrados y que vale la pena que participen en un concurso, se mandan. Este año y años anteriores hemos logrado premios, pero no es algo que a mí me preocupe, participar en los concursos. Sin embargo me parece que en un espacio como el Museo, donde se realizó el taller y hay personas invitadas, es bueno decirlo”.
En diálogo con otros lenguajes artísticos, la escritora equiparó la escritura con la pintura: “Uno puede enseñar las cuestiones técnicas, cuál es la composición de una obra, cómo usar los colores, los materiales. En la escritura es algo similar, aunque los materiales sean diferentes, nosotros también tenemos materiales como la palabra, de qué manera se combinan, cómo se arma la estructura de un cuento o novela, cómo se puede lograr un texto de humor”.
El martes, en el Museo, hubo una muestra de todo ello: textos de humor, dramáticos, “todo eso se aprende, pero lo que no se puede aprender, o lo que uno no le puede dar, es lo que cada persona tiene para decir, que es diferente, la experiencia personal que tiene cada uno, las emociones que transmite y el talento que tiene cada persona para cada disciplina, eso no se puede enseñar. Lo que uno puede enseñar es cómo pulir, perfeccionar y enseñar secretos que tienen que ver más con cuestiones técnicas de cómo lograr un efecto, como se usa el lenguaje”.
Ratto agregó que “en general en el taller trabajamos distintos autores y vamos viendo cómo están escritos y qué recursos técnicos utilizan. Después, la gente se lleva alguna consigna para escribir, pero siempre en el taller les digo que no son alumnos, son escritores. Yo soy escritora y a mí nadie me dijo que tengo que escribir, entonces siempre está la libertad para abordar ideas propias y si quieren escribir sobre otras cosas pueden hacerlo”.
Los expositores
Leyeron sus textos: Alejandra Di Milta, Belén Marquestau, Mili Machado, Marta Piñeiro, Berta Stutz, Matilde Balduzzi, Cecilia Jubera, Patricia Medina, Carolina Cordi, Joaquín Areta, Alberto García Espil, María del Carmen Romero y Flavia Pelizardi.
La coordinadora
Patricia Ratto es profesora de letras, formada en el profesorado del colegio San José de Tandil. Realizó en Buenos Aires muchas capacitaciones y especializaciones en talleres de escritura y en el año 2006 publicó su primera novela.
En el ejercicio de escribir y de observar la realidad ha logrado concretar tres novelas, las cuales son muy distintas entre sí. Hoy se siente muy satisfecha con los resultados alcanzados en el taller y cree que “el arte tiene que ver con la búsqueda, con lo que a uno lo tiene inquieto. Hay que pensar para adelante y buscar un desafío”, agrega: “Algo en lo que yo me siento muy cómoda, para mí, ya no es un desafío, necesito una cierta incomodidad que es similar a cuando uno experimenta, que estás en un terreno pantanoso, desconocido, en ese lugar es en donde me gusta estar porque sé que va a salir algo diferente”.
Los escritos presentados en el Mumbat, fusionados con las muestras de arte visuales exhibidas en las distintas salas, transmitieron al espectador distintas emociones, experiencias personales y aprendizajes que se manifestaron en el disfrute de una jornada de lectura.
Cabe destacar que esta experiencia ha sido realizada por el taller de la profesora en otras instancias; además se han revalorizado obras del patrimonio del Mumbat como disparador de creaciones literarias.